Educación Física, Actividad Física y Salud

¿Modelo aditivo o modelo restrictivo? Obesidad, adaptación metabólica y ejercicio

  • Lic.Prof. Fernando Luna (UNLP)
Resumen

No existen dudas de que el ejercicio físico es un pilar fundamental en el tratamiento de la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles. Históricamente se entendió al ejercicio, como intervención para el tratamiento de la obesidad, desde el modelo aditivo del gasto de energía, en donde la relevancia del ejercicio físico radicaría en el incremento del gasto de energético, o dicho de otro modo en el entender que “a más ejercicio más gasto de energía”. Sin embargo, los estudios con agua doblemente marcada (método actualmente considerado el gold standard para la valoración del gasto de energía), en diferentes comunidades han señalado que no necesariamente un mayor nivel de actividad física implica una mayor gasto de energía, siendo que por ejemplo cuando se comparó el gasto de energía relativo en comunidades físicamente más activas, como aquellas que aun hoy mantienen un estilo de vida tipo cazador-recolector con individuos sedentarios de occidente, no se han observado diferencias significativas. Por otro lado, la pérdida de peso en sujetos con obesidad suele conducir a una adaptación metabólica que se caracteriza por la caída del metabolismo basal por debajo de lo esperado para una pérdida de peso dada, siendo esta caída aun mayor en los sujetos más activos físicamente. A partir de estas observaciones el investigador Herman Pontzer propone un modelo alternativo para entender el impacto del ejercicio físico sobre el gasto de energía. En lo que el denominó modelo restringido, propone que el aumento del nivel de actividad física no necesariamente conduce a incrementos en el gasto energético, sino que conduce a adaptaciones metabólicas para mantener el gasto de energía dentro de un rango determinado. Lo propuesto por este nuevo modelo basado en los resultados de los estudios con agua doblemente marcada no solo nos lleva a cuestionar el entendimiento del ejercicio para el tratamiento de la obesidad simplemente como una intervención para elevar el gasto de energía, sino además a explorar otros mecanismos potencialmente beneficiosos del ejercicio para el tratamiento de esta enfermedad como la disminución de la inflamación, la mayor síntesis de mioquinas y el incremento de hormonas de efecto sobre los centros de saciedad, entre otros.

Palabras Claves: Obesidad, Actividad física, gasto de energía, modelo aditivo, modelo