Los Juegos Olímpicos de Tokio (2020) estuvieron marcados por las innovaciones en cuanto a las actividades deportivas organizadas. Fue la primera edición en la que la escalada deportiva, el skate y el surf pasaron a formar parte de las disciplinas olímpicas, reconfigurando la lógica previamente existente de los deportes formales. La llegada de estas prácticas al mayor acontecimiento deportivo del mundo nos da pistas sobre las nuevas configuraciones contemporáneas de los deportes.
Uno de los deportes que está ganando fuerza en el escenario contemporáneo es el footvolley, una práctica surgida en Brasil en la década de 1960 con cada vez más adeptos en todo el mundo, especialmente en los países sudamericanos. Considerando tales configuraciones, este trabajo pretende comprender el proceso de deportivización del footvolley en Uruguay, país vecino de Brasil y que rápidamente incorporó la práctica como una de las actividades desarrolladas en sus playas. La propuesta es comprender cómo, en este país, coexistieron dos modelos de esportivización: uno elaborado en la capital, inicialmente vinculado a Brasil, y otro en el interior, que cobra fuerza con algunas victorias internacionales de sus atletas.
El marco temporal de esta investigación se divide en tres momentos: 2003-2010, 2010-2013, 2013-2018. Metodológicamente, se trata de una investigación histórica que mezcla relatos orales con información sobre el deporte difundida por los medios gráficos tanto de Uruguay como de Brasil. Las entrevistas se realizaron entre septiembre y noviembre de 2022 via Zoom. Los entrevistados fueron elegidos en función de su importancia en el desarrollo y estructuración del footvolley en Uruguay.
Un primer modelo de la práctica ocurrió entre 2003 y 2010, con la creación de la Federación Uruguaya de Footvolley. El deporte comenzó a ganar fuerza en la costa este y en Montevideo, pasando a formar parte de los programas oficiales de verano de la capital. Con ello, la práctica comenzó a extenderse y se produjo la primera creación de una federación, siguiendo el camino de burocratización del deporte en otros países. Entre 2010 y 2013, el footvolley se expandió al interior del país, gracias al incentivo financiero de un empresario, que invitó a jugadores de Flores a participar en torneos internacionales. A partir de 2013, se desarrolló una nueva configuración, con la participación internacional de atletas, el desarrollo de torneos oficiales en el país y la creación de una asociación deportiva, con sede en el interior. En 2018, se realizó un primer torneo internacional en el país, marcando, aunque simbólicamente, el fin de este proceso de deportivización.
Concluimos que el proceso de esportivización del footvolley en Uruguay fue complejo por diferentes motivos. En primer lugar, por las disputas y obstáculos entre las prácticas realizadas en la capital y en el interior. En segundo lugar, por la no homogeneización de un aparato regulador, al existir una Federación y una Asociación. Por último, destacamos otros elementos que dificultan la difusión de la práctica, como el clima frío, la falta de canchas adecuadas y la falta de material específico, que impiden una práctica estandarizada del deporte en el país.